EN LA ORBITA DE FRANCESC MIRALLES
Ayer asistí a la presentación del último libro de un buen amigo. El acto tuvo lugar en una pintoresca tetería del Raval, un rincón tan peculiar como el propio autor. El local desbordaba de vida: había tantas almas curiosas que no todas encontraron asiento. La velada comenzó con una entrevista en público, conducida por un psicólogo que, además de amigo, parecía estar en sintonía perfecta con el autor. Francesc Miralles, con su característica humildad, respondió a cada pregunta con una mezcla de sabiduría y cercanía que hipnotizaba a los presentes. El público, encantado, asentía entre murmullos aprobatorios. El clímax llegó cuando el psicólogo propuso una improvisada terapia grupal: invitar a los asistentes a definir al escritor con una sola palabra. Las respuestas no se hicieron esperar: humano, sabio, generoso, empático, fiel, reflexivo, humilde, bondadoso ... Cada término parecía construir un mosaico de virtudes que, sumadas, delineaban un retrato casi místico. En c...