SOBRE MI

Me llamo Manuel Valls Bernat y pertenezco a una generación afortunada. Los nacidos en los años cincuenta, nunca tuvimos que vivir una guerra ni nadie que yo conozco ha pasado o pasa hambre. En mi caso, la única frustración que reconozco es no haber podido asistir al concierto de The Beatles en la plaza de toros Monumental de Barcelona en 1965. A pesar de esto, tampoco me puedo quejar. A los setenta y dos años reconozco que siempre he tenido el privilegio de hacer en cada momento de mi vida lo que realmente me apetecía. Tuve mi primer hijo a los diecinueve años. A los veintiuno inauguré mi primera exposición individual de pintura, y con veinticuatro fui contratado como director de una galería de arte de vanguardia. Un poco precoz, ¿verdad? Cincuenta años después, y a causa de mi curiosidad y tremenda inquietud, he expuesto en diferentes países del mundo, he publicado libros en varios idiomas, he producido largometrajes y series de televisión, he sido propietario de cuatro galerías de arte contemporáneo, y he regentado tres bares, además de haber organizado durante cuatro años los "Bailes Selectos" del Salón Cibeles. También tengo que reconocer que nunca he militado ni simpatizado con ningún partido político. Mis amigos dicen que soy una persona optimista, aunque no sé si esta definición se ajusta realmente a mi carácter. Mi tremenda inquietud siempre me ha empujado a hacer frente a nuevos retos personales sin importarme mucho el reconocimiento público ni los beneficios económicos. Reconozco que han estado cincuenta años frenéticos e incluso caóticos, pero tengo que de admitir que todo empezó de manera muy natural. Con dieciséis años descubrí por casualidad la obra de Joan Miro, y desde aquel momento el arte ha ocupado un lugar absolutamente prioritario en mi vida. Aun así, nunca he cursado estudios de Bellas Artes, ni ninguna otra carrera universitaria. Soy autodidacta por convicción. Consecuentemente, tampoco nunca me he considerado un artista profesional, y tampoco he pretendido ganarme la vida comercializando mi obra. Siempre he procurado que mis ingresos económicos salieran de otra actividad. El mercado del arte funciona con unos mecanismos muy clasistas y especulativos que personalmente no me interesan nada. Tal vez por este motivo tampoco he formado parte de ningún gremio ni asociación de galeristas ni de artistas. En este sentido, siempre me he considerado un "outsider Afortunadamente, hoy en día puedo contestar la pregunta que el poeta J.V. Foix me hizo cuando yo era un jovencito que apenas estaba entrando al mundo del arte. "Y usted, joven. ¿Ya sabe cómo se ganará la vida?” La clarividencia del poeta de Sarria, me ha acompañado toda la vida. Vivir del arte en nuestro país es prácticamente un milagro. Únicamente uno o dos artistas de cada generación lo consiguen. A pesar de ello, procuro no ser pesimista. Sinceramente, pienso que en un futuro el mismo mercado encontrará nuevas formas de comercializar el arte contemporáneo, y que dejará de ser un lujo para las clases más adineradas y podrá estar al alcance de todas las personas que necesitan el arte y la cultura para vivir. O, ¿no? En definitiva, nací en al barrio de Gracia y siempre he hecho todo lo posible para que Barcelona fuera una ciudad más justa y divertida.